Hoy vamos a hablar de una pieza muy importante para el funcionamiento de tu coche: la batería. Esta tiene como finalidad principal aportar la energía necesaria para encender la marcha del motor; pero también, se encarga de proporcionar la corriente para que funcionen otros equipos eléctricos del coche, como lo son los vidrios, la luz de los faros, la consola, el tablero, etc.
Este componente es esencial para que tu vehículo trabaje. Es por eso que si se descarga, el auto dejará de encender, por lo que se podría decir que la batería es el corazón de tu coche.
Ya que ya vimos sus funciones, ahora revisemos cómo trabaja y de qué se compone.
¿CÓMO ESTÁ CONSTITUIDA Y CÓMO FUNCIONA?
Está compuesta por un acumulador que por lo general tiene nueve placas: cinco negativas y cuatro positivas que se unen de manera alterna por medio de un puente. La mayoría están compuestas por la mezcla de plomo y ácido, y se categorizan en un grupo llamado SLI (Starting, Lighting, Ignition).
Cada una de las piezas trabaja a base de una solución electrolítica, la cual se compone de una mezcla de agua destilada y ácido sulfúrico. Al combinar esta disolución con las distintas placas de plomo, se produce una reacción química que genera la corriente eléctrica que alimenta a tu coche.
La batería cuenta con distintas piezas que la hacen funcionar; por nombrar algunas podríamos mencionar a las rejillas, las placas, separadores, celdas, tabiques, electrolitos, etc. Todos estos componentes trabajan de manera conjunta para que se pueda producir la corriente alterna del vehículo.
¿QUÉ TIPOS DE BATERÍA HAY?
Existen muchos tipos como por ejemplo de celdas húmedas, de calcio, ciclo profundo, batería de gel y batería de litio. Y es precisamente de estas últimas dos de las que hablaremos en esta ocasión.
La batería de gel entra en una categoría llamada VLRA que por siglas en inglés significa “Valve Regulated Lead Acid”. Este tipo de acumuladores (otra forma de referirnos a este tipo de baterias para auto) trabajan con las válvulas de seguridad que se encuentran presurizadas dentro de la caja de la batería. Se denominan así porque usan silicona para conseguir que el ácido quede más denso (o sea en forma de gel).
Se caracterizan por aguantar las descargas profundas. Son perfectas para vehículos con equipos eléctricos exigentes. Aunque, eso sí, son más caras que las comunes y no se recomiendan del todo para arrancar un motor. Además, no requieren ningún tipo de mantenimiento debido a su composición de gel.
La batería de litio en cambio son un tipo muy común. La podemos encontrar en nuestros celulares, cámaras, laptops, etc. Para su funcionamiento usan de sal que litio que a su vez incorpora un circuito especial que las protege de las sobrecargas.
Son más económicas y duraderas. Como desventaja, su rendimiento en temperaturas frías es menor respecto al resto, además de requerir mantenimiento constante por sulfatación de las terminales.
Recuerda que así como debes de cambiar batería cuando ya no funcione, también debes de hacerlo con tus llantas, ya que estas como el acumulador, también tienen un periodo de vida en el que debes de cambiarlas, además de ser parte esencial de tu auto.